En el esfuerzo de darte explicaciones de eso que me sale naturalmente y sin que pueda controlarlo, razoné que en realidad está bien todo lo que está pasando.
La que falla soy yo, y no es que quiera justificarme. Debería poner el freno de mano ahora que estoy a tiempo. Pero es que esto es un cambio- y va más allá del miedo que me da cambiar- es también una pérdida que no tiene que ver con vos.
Es esa sensación de quedarme sin nadie con quien volverme vieja y criticar a la gente todavía más vieja.
Y en ese proceso estás cumpliendo más del rol que te correspondería. Sos excesivamente más que mi novio, y te volviste mi amigo, pero de esos únicos. Y entonces al tiempo que quiero pasar con vos para hacer cosas de novios, se le suma todo lo que quiero pasar con vos como amigo (y de la infinidad de cosas que sos)
Por eso digo que la que está mal soy yo. Te expongo donde no deberías estar. Y admito que es obsesión no poder vivir un día sin vos. Quizás te lo podría explicar más fácil: ¿Te acordas cuando antes me decías que necesitabas pasar todos los días conmigo? Es esa misma sensación la que estoy teniendo yo ahora.
O quizás podría explicártelo más fácil todavía: dame tiempo para que me reubique de nuevo en quien creí ser. Nada de lo que soy ahora, ni de lo que tengo, está donde debe estar. Y créeme que no hay nada más angustiante que el desorden que no tiene un patrón a seguir. No hay nada que te de más ganas de llorar que no poder ser quien queres ser.
Perdón, te amo.
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