miércoles, 19 de septiembre de 2012

cátedra


Con el tiempo he aprendido
Que el amor cuánto más real mejor.

Que aquello que no se olvida, se eterniza.
Porque los recuerdos es lo único que duran toda la vida.

Que el dolor no significa quedarse quieto,
Sino que siempre es una forma de avanzar.

Que la felicidad nunca es sinónimo de victoria,
Porque aún en la pérdida hay un motivo para sonreír.

Que los duelos son necesarios, y siempre acaban.
Y que la lucha es primordial y también termina.

Que no hay fallas ni en los demás, ni en uno mismo,
Lo que fracasa es el modo que elegimos para relacionarnos.

Que podríamos haber optado mil formas de enfrentar una situación,
Pero siempre elegimos la que nos va a llevar al resultado que nos demuestre quien somos.

Que nunca somos los mismos,
Y que vivimos mutando para sobrevivir.

Que creer en Dios no es fundamental,
Pero en el pozo no va a haber nadie más.

Que siempre hay una soga,
Depende cómo la usemos, nos va a salvar o nos va a ahogar.

Que los miedos pasan,
O se construyen desvíos para no tocarlos.

Que la tristeza es parte de la felicidad.
No se es más feliz ni más libre, sino es llorando aquello que nos oprimió el pecho.

Que crecer es poder aceptar que nadie nos pertenece,
Y poder soltar eso que nos hizo mal.

Que el amor no acaba nunca,
Solo se transforma, o se vive, o se guarda. Pero jamás se padece.

Que vivir atado a lo que no pudo ser,
Solo nos deja encarcelados en lo que no será jamás por no saber vivir.

Que no existe el odio,
Simplemente hay opiniones con las que no coordinamos.

Que añorar lo que nos sucedió no es pecado,
E ir en busca de lo que nos sucederá es una bendición.

Que la gente en la que depositas amor, confianza, y fe,
Vivirá por siempre en nosotros.

Que el agradecimiento a todos los que formaron parte de tu vida,
Es lo mejor que podrías dejarles.

Que reír cura,
Y que soñar construye puentes.

Con el tiempo aprendí,
Que vivir vale la pena.

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