domingo, 10 de febrero de 2013

Nuevo sol



En la voz de mi mamá que me despierta a la mañana, y que es una fuerza impulsora para despertar mi hambre de días nuevos y salir a su encuentro.
En ese instante que creo en que creer sirve y calma. 
En las lágrimas que consolé y en las risas que provoqué.
En la perseverancia al caminar.
En el olvido del dolor y en el recuerdo de la búsqueda.
En el olor a pasto que sembró la memoria de mi infancia.
En la intención que pongo en las relaciones.
En lo que construyo y creo cada día, poniendo mi pasión y mi estilo. 
En la sensibilidad que me caracteriza y que me llevo a vivir los mejores momentos de mi vida.
En el orgullo que me da la gente que me rodea y lo que hoy soy.
En lo que deje atrás para volver a escribir un nuevo punto de partida.
En lo que padecí. Porque fue lo que me ayudó a creer.
En mis actos. 
En los consejos de mi hermana, que es mi gran heroína.
En el cielo escondido entre los edificios de capital.
En el dramatismo de papá que fabrico mis armas para enfrentar al miedo.
En él, que superior a todos, me enseñó a no creer solamente en lo que veo.
En el sentir sin la necesidad de ser tocado. En ver sin tener nada delante mío.
En el aprendizaje de mis errores y de mis aciertos.
En la felicidad de mis amigas, constante y fiel.
En el amor.
En mi.
En el amor, en el amor..
Yo creo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario