Y en realidad, es la forma que tengo para contarte que desde que estas, los huracanes tienen miedo de nosotros. Que nunca había sido tan feliz, ni tan inmensa.
Y si miras un poco más allá del cielo, seguramente estén durmiendo todos los sueños que tengo con vos. Eso quiere decir que para cumplirlos tenemos que ir a despertarlos más allá del cielo. Y no hay lugar al que no iría con vos al lado.
No te creas que estoy hablando de ese cielo, allá arriba, celeste. Hay otro cielo. Hay un cielo que yo solamente conozco, que me da la vida que nadie más ve.
Hay un edén en tus manos, hay un paraíso que me encierra sin sofocarme. Ahí donde voy siempre, en todos mis estados.
Hay un cielo que es de todos colores, que me transforma la vida cada mañana.
Un cielo en el que viviría sin tener que morirme. Y por el que muero de amor a cada instante.
En tus manos está mi cielo. Tus manos que están siempre dispuestas a salvarme.
Y no sé como escribirte sobre esto. Uno puede escribir aquello que conoce y de lo que todo el mundo sabe. O podría ser que decidiera escribir un mundo imaginario. Pero tu cielo no es ninguno de los dos.
Y tengo el cuerpo lleno de felicidad de poder decir que hay un lugar que existe, que no lo invente. Un lugar que nadie conoce. Un lugar en donde puedo caer sin que signifique derrota. En donde puedo reír sinceramente.
Un cielo donde te puedo amar toda la eternidad. Incluso cuando la eternidad dure una caricia de tu cielo en mi cuerpo.

Fue el mes mas maravilloso de todos! y lo mejor es que resta una eternidad con vos.
ResponderEliminarSos la mujer que me enseño todo y que cada día se puede amar un poquito mas.
Tii amo con locura